¿QUIERES UNA TAZA DE CAFÉ?

A cup of coffee shared with a friend is happiness tasted and time well spent. 

El café es un gusto adquirido, por su sabor fuerte y amargo, que llega no ser del agrado de muchas personas. Se aprende a disfrutarlo, porque tomar café es mucho más que ingerir una bebida caliente y deliciosa, es dejarse consumir por el ambiente que se genera en torno a él.

Una taza de café es capaz de unir a personas alrededor de una mesa. Las personas beben café para dialogar con sus familiares, amigos y trabajadores.

Los famosos coffee breaks en la oficina son vitales para que los trabajadores se relajen y despejen su mente, y en ocasiones, es en estos espacios cuando surgen las ideas y las soluciones a problemas laborales.

La popularidad de esta bebida permite que en todo rincón del mundo se disfrutada por millones, es que tiene una capacidad de estimular la conversación y de unificar a personas que, a simple vista, son muy diferentes.

Las buena cafeterías tienen un música de fondo en un tono suave que permite que los consumidores o disfruten de su bebida en soledad acompañados de un libro o trabajo, o dialoguen con otras personas en un lugar que se sienta cómodo, hogareño y relajado.

Lo mágico del café es la capacidad increíble que tiene, ya que solamente es decir “te invito un café” que no siempre significa que todos en la mesa tomarán el mismo café o la misma bebida, pero sí implica que se va a abrir el diálogo y se comenzará una interacción social.

Esta bebida que lleva años de tradición y uso en el mundo, es consumida por muchos porque da energía, mejora el rendimiento de las personas y genera una sensación de serenidad, relajación y anti-estrés.

Claro, la cafeína en un café altera a muchas personas, por lo que en algunas religiones se prohíbe su consumo, para que éste no altere la mente de los individuos. Empero, una taza de café de vez en cuando, para amenizar el ambiente, para convivir con otros, es una opción que nos permitirá tener mejor relación con los demás.

Ya sea que tomes café caliente, frío o té, salir por un café con familiares, amigos, compañeros de trabajo o hasta desconocidos, permite unificar, reunir y crear un espacio de convivencia que a lo mejor no sucedería en otro contexto.

Así que una taza de café es mucho más que un grano amargo tornado en una bebida, es toda una tradición que llena el estómago, pero también la conversación.