Una introverida en un cuerpo extrovertido




Al describirme, muchos de mis familiares y amigos dicen que soy extrovertida, que hago amigos rápido, que tengo una gran facilidad de palabra y que genero una vibra incluyente y abierta para que otros quieran acercarse y dialogar.

Es verdad. Soy una persona extrovertida. Tengo una habilidad para conversar con otros o en público, y suelen no abrumarme las situaciones sociales con muchas personas.

Empero, aunque no me causa ansiedad o estrés los eventos sociales o llamar por teléfono a un desconocido, entre otros factores, también soy introvertida.

Aunque me gusta ir a fiestas, reuniones, bailar, hablar y convivir con muchas personas, disfruto más estar en mi casa, en mi cuarto, viendo películas, acurrucada con un libro y una buena taza de té.

En repetidas ocasiones les he dicho a mis conocidos que no puedo atender a un evento o reunión, porque no me dejaron mis papás, tengo que trabajar, no he hecho la tarea o trabajo pendientes, o que tengo otro compromiso, cuando la realidad es que mis planes son quedarme en casa con mi familia.

No es que odie convivir con personas, de vez en cuando me gusta salir a bares, ir a fiestas, bailar y socializar, pero soy una persona muy aprehensiva, por lo que las situaciones sociales suelen desgastarme y “succionar” mis energías.

No sé a qué se deba que suelo divertirme con otras personas, pero al final del día, termino cansada y con ganas de estar sola por unos días.

Fue cuando descubrí el término “ambivertida” cuando entendí que eso es lo que soy: ni introvertida ni extrovertida. Ello indica que mi personalidad podría definirse como neutra, como equilibrada, que tengo rasgos de ambas personalidades.

Pero, ¿por qué debemos catalogarnos? ¿por qué me sentí mejor al saber que hay una personalidad ambivertida? Estamos tan acostumbrados a la idea de las categorías, de encajar en moldes y ser como los demás que nos aterra (y me incluyo) ser diferentes.

¿Qué tiene si me gusta bailar en fiestas, pero prefiero leer un libro en cama? ¿Por qué tengo que mentir que tengo planes en lugar de decir que no quiero ir a un evento? Es algo en lo que intento trabajar y mejorar, pero a veces, la gente no lo entiende y terminan ofendiéndose o criticándote.

Para evitarme el martirio y tener que explicarme a gente que no comprende, por eso opto por las excusas. Sin embargo, espero que algún día pueda con facilidad decir: “no quiero, me quedaré en casa” o simplemente “no quiero, gracias por la invitación, pero en otra ocasión”.

Por el momento, soy ambivertida, me gusta lo extrovertido y me gusta lo introvertido, pero no debería tener que explicarme a la sociedad. 

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